Cómo los sonidos son una pieza clave para conectar con el consumidor y crear experiencias

¿Conoces el marketing sensorial? Este consiste en captar la atención del cliente estimulando sus sentidos. Cierra los ojos e imagina que estás en una tienda donde huele a canela y se escucha el crujido de una galleta al morderla, ¿verdad que te está apeteciendo comprar galletas? En el siguiente artículo, te contamos cómo conectar con el consumidor a través de la música y el sonido.

La música como estrategia de ventas

Diversos estudios demuestran que la música influye en nuestro estado de ánimo. Una melodía clásica tiene la capacidad de relajar, la letra alegre de una canción genera energía positiva, y una música frenética nos hace comportarnos de manera impulsiva.

Algunas firmas de ropa de bajo coste se caracterizan por emitir música rápida en sus establecimientos. El objetivo es que el consumidor se mueva deprisa por el local y no dedique demasiado tiempo a tomar la decisión de compra. Un ejemplo similar es el de los restaurantes de comida rápida, donde se pretende que los comensales dejen pronto su mesa para que la ocupen los siguientes clientes.

Por contra, la música ambiental de un concesionario de coches suele ser tranquila. El comprador debe tomar una decisión importante y a la marca le conviene que se muestre relajado y abierto a escuchar las cualidades del vehículo. Las salas de espera de las clínicas también procuran decantarse por una música que relaje a los pacientes antes de la consulta.

Es frecuente encontrar webs de productos BIO en las que se emiten sonidos de vacas mugiendo, cencerros o pollitos piando. La intención es relacionar su marca con la granja o el huerto, para hacer ver que sus productos son 100 % naturales.

En conclusión, la música y los sonidos pueden formar parte de tu estrategia de ventas, al animar a los clientes potenciales a elegir tu marca.